Los ciegos ante el ser trascendente

“Los ciegos para el Ser pasan, incluso, por ser los únicos que ven de verdad.”
Martin Heidegger

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Acercándonos a la Ética y la Identidad






Don Mariano Peñalver Simó
Primer Rector Constituyente y Catedrático Emérito de la Universidad de Cádiz
Fallecido el 28 de agosto de 2005

¿Cómo me interesé por el tema de la ética y de la identidad en relación con ella? ¿Por qué Ricoeur?

De algún modo siempre he estado interesado por la ética. Al fin y al cabo no hay cosa que más nos afecte, que más pueda hacernos felices o infelices y en que menos reflexionemos. Ya decía Ortega que todo lo encontramos en nuestra vida, que la vida es la realidad radical. Y nuestra vida no es otra cosa que un proyecto que se va realizando por medio de una biografía.

Por su parte, nuestra biografía va conformando nuestra identidad y esta identidad o sí mismo que nos sirve para vivir y saber quienes somos mientras vivimos, puede llevarnos al «desastre» o hacia una vida feliz, en armonía y amor con los demás, según que sepamos conocernos a nosotros mismos y no caer en la trampa de los resentimientos, de la vanidad, del orgullo y el amor de sí equivocado; en la trampa aparentemente ventajosa del egoísmo y del no tratar a los demás como a nosotros mismos nos gusta que nos traten, o del sentirnos atacados por todos, etc. En definitiva, del no ser sencillos y cooperar con los demás en el aprecio y en la justicia.

Por todo esto, y encontrándome en periodo de reflexión, durante los cursos de doctorado, sobre cuál sería el tema ideal para la tesis así como la persona idónea para dirigir su preparación, me encontré inmerso en un curso sobre la alteridad y el descubrimiento de América, impartido por el profesor Peñalver, que me impactó bastante. La idea matriz de la tesis nació a partir del convencimiento de que, de algún modo, la alteridad está ya inmersa en la propia identidad de cada uno de nosotros y que esto es preciso que cada sujeto lo incorpore a su vida ética.

El motivo de esta atracción fue, aparte de la indudable competencia del que lo impartía, la propia materia del mismo. En efecto, lo que me comunicó especialmente este curso fue lo siguiente: el desconocimiento de la esencia de la persona y la identificación de Colón y de sus acompañantes no con el sentido profundo de lo que es ser humano, sino con una forma de serlo que era la del español -e incluso europeo- de la época, etnocéntrico sin remedio, por la ceguera teórica y cultural antropológica del momento es lo que lleva a los colonizadores a un trato inhumano del otro por una falta de reconocimiento del mismo como tal otro semejante a mí e igual en dignidad.

Más tarde, en otro de los cursos de doctorado, también impartido por el catedrático Peñalver, “De la recolección a la diseminación: Gadamer, Ricoeur, Derrida” tomé conciencia de la importancia de Ricoeur como autor equilibrado e innovador respecto de un tipo de filosofía que trata de encontrar una verdad siempre abierta a su enriquecimiento y corrección por medio de una hermenéutica del «sí mismo» que abarca una ontología, una antropología y por medio de ellas una ética y una teoría política.

A causa de todo ello, decidí empezar una tesis dentro de la filosofía de este autor, que se circunscribiese al tema de la ética relacionada con el de la identidad. Como persona ideal para este tema de tesis elegí también al profesor Peñalver.

Juan Dianes Rubio.  (Tomado de: Defensa de Tesis Doctoral, Universidad de Cádiz, año 2003)