Los ciegos ante el ser trascendente

“Los ciegos para el Ser pasan, incluso, por ser los únicos que ven de verdad.”
Martin Heidegger

viernes, 8 de enero de 2010

Las tres intenciones filosóficas de "Sí mismo como Otro"



Las tres intenciones filosóficas de la obra principal de Paul Ricoeur Sí mismo como otro (Soi même comme un autre) pueden ser enunciadas de un modo sencillo así:

1.- El ser humano no puede conocer su propia identidad directamente y tampoco con independencia de la identidad de los demás como una filosofía a partir de Descartes y de su proposición filosófica fundamental  "Cogito ergo sum"  nos habría inducido -no sin culpa de la filosofía posterior- a pensar. El sujeto no es una isla separada, sino que, muy al contrario, nuestra identidad a través de todo lo que supone nuestra vida social está ya penetrada de todas las ideas, costumbres, conceptos, lenguaje, ideales, imágenes de los demás, anteriores y coetáneos nuestros.

2.- Esta identidad es cambiante: ipseidad, en términos ricoeurianos. No existe nadie que no esté sometido a un contínuo cambio. El mismo universo es cambiante. Los reinos de la naturaleza, tanto el mineral como el vegetal o el animal están en contínuo cambio. El inmovilismo, tanto de la sociedad como del indivíduo, es una ilusión, lo cual tendría que dar mucho que pensar a las personalidades cristalizadas que pretenden estancarse en cualquier ámbito vital.

3.- Esta identidad cambiante -identidad-ipse- supone una dialéctica contínua de cada sujeto con los demás. Cambiamos principalmente en nuestras relaciones con los demás. La propia alteridad -el otro- llega a penetrar de tal modo en nuestra identidad que, como ya vislumbró el gran Hegel y lo expresó filosóficamente en su estudio de la dialéctica relacionadora del amo y del esclavo: http://www.scb-icf.net/nodus/191DialecticaAmoEsclavo.htm, llega a constituirnos por dentro.

De aquí la inutilidad y la profunda necedad de todas aquellas ideologías y actitudes del odio o de la exclusión hacia nuestros semejantes, sean quienes sean, por razones de sexo, raza, clase social, o cualesquiera otras.

Cito para fundamentar estas ideas mi tesis Identidad y Ética en la cual se basa fundamentalmente este blog. En concreto, esta cita pertenece a la Introducción, páginas 26 y 27 de la edición impresa. En la edición electrónica a la que se puede acceder desde la página principal de este mismo blog, páginas 25 y 26.

"Sí mismo como otro, como obra fundamental, que además recapitula su anterior producción, reúne, en palabras del propio Ricoeur, tres intenciones filosóficas. La primera es que el sujeto no se conoce a sí mismo directamente «yo pienso», «yo soy» sino por mediación reflexiva. El «sí» (soi), es una expresión del «se» (reflexivo válido para todas las personas gramaticales), siendo la clave de este conocimiento mediato de la propia identidad y no el yo intuido directamente.


La segunda intención, según el propio autor, es que la identidad, como identidad-ipse, implica un núcleo cambiante de la personalidad, incluso teniendo en cuenta la capacidad de promesa del ipse por la cual se prolonga en el tiempo con intención invariable. En este sentido, dice Ricoeur, «mismo» no implica en «Sí-mismo» la mismidad como contrario a «otro» distinto o diverso sino que refuerza el «sí» (soi) o ipseidad.


La tercera intención o afirmación de Ricoeur se refiere a que la identidad-ipse pone en juego una dialéctica complementaria entre mismidad e ipseidad que consiste en la dialéctica del «sí» y del «otro». El «cómo» de «Sí mismo como otro» indica no sólo una alteridad de comparación (el «sí» es semejante al «otro») sino que llega a implicar a la propia alteridad como constitutiva de la ipseidad, «sí mismo» en cuanto «otro»; es decir, llega a significar el que la alteridad pasa al sí mismo, como se expresaría en lenguaje hegeliano.


Las implicaciones éticas de esta afirmación, que a su vez es síntesis de toda su filosofía en cuanto antropología o hermenéutica del «sí», son demasiado evidentes como para extenderse en ellas: la realización plena de la libertad sólo se puede conseguir en el respeto y aprecio del «otro» como a sí mismo ya que, la alteridad es, en cierto sentido fuerte, constitutiva de la propia ipseidad. En nuestra investigación, tal aspecto va a suponer la base ontológica del componente de eticidad o dimensión ética que buscamos en la obra de Ricoeur.


La hermenéutica del «sí» no pretende abandonar la filosofía del Cogito, pero tampoco ensalzarla o realizar su apología, dice Ricoeur. El Cogito, en su significación filosófica fuerte, es decir como ambición de fundamento último, fue exaltado progresivamente desde Descartes a Kant, siguiendo con esta exaltación Fichte e, incluso, el Husserl de las Meditaciones cartesianas, afirma Ricoeur en Soi-même comme un autre. Por tanto, esta filosofía de la modernidad con base en Descartes y en la subjetividad, traducida a auto-posesión mediante el concepto de identidad del yo y concebida ésta de un modo radical frente a la concepción del «otro» como alteridad, la sustituye Ricoeur por una filosofía de la identidad-ipse o ipseidad de tipo dialógico que integra en el «sí-mismo» al «otro» que nos constituye.


La identidad-ipse sustituye el valor de identidad auto-posesiva, dominante y egoísta que excluye al «otro»: pobre, emigrante, marginado, de otra raza, diferente, etc. Representa, en definitiva, la sustitución del valor de supervivencia liberal-conservador por el valor de emancipación del «otro» como rostro (Lévinas) que nos interpela en el sufrimiento. En diversas partes de su obra Ricoeur confiesa aceptar, en este sentido, la filosofía del rostro de Lévinas.


La cultura del consumo y la posesión alienante es el nuevo instrumento sustitutivo de la alienación del trabajo al servicio del mismo objetivo: la despersonalización y rechazo del valor de la solidaridad o consideración del otro como a uno mismo. Frente a esto Ricoeur pone el fundamento de la dimensión ética de la subjetividad en la libertad del sujeto."