Los ciegos ante el ser trascendente

“Los ciegos para el Ser pasan, incluso, por ser los únicos que ven de verdad.”
Martin Heidegger

jueves, 10 de enero de 2008

Kwan-Yin


Hace varios siglos la maestra Kwan-Yin vivió cerca de Pekín, y todo su trabajo fue volcado en las personas necesitadas, principalmente en las mujeres y los niños. La compasión, el amor incondicional, la misericordia y la dulzura la hacen hoy merecedora de toda mi admiración.

Kwan-Yin se volcaba en las madres solteras apoyándolas en cuerpo y alma para que siguieran adelante con sus embarazos y aprendiera a amar a sus hijos. No a rechazarlos por ser ilegítimos o abandonados por los padres, por no poder cuidarlos y alimentarlos. Amando a la vida desde antes de nacer y esa bendición de poder ser madres. Evitó muchísimos abortos y suicidios de madres gestantes desesperadas.


Al ser china es poseedora de ojos rasgados y lucía un moño en el cabello, que significa el chakra coronario despierto, en algunas representaciones de su imagen se cambia este moño por una corona.


En las estatuas que se veneran de ella, podemos observar en la mano izquierda un tallo largo con una flor de loto, reposando sobre su corazón. Este gesto simboliza la Chispa divina que vive en el corazón de cada ser humano.

La “Diosa del amor” o "Diosa de la misericordia" es venerada en China donde tiene su templo, (“El templo de la Misericordia”) cercano a Pekín, rodeado a su vez de 12 pequeños templos, donde habitan todas los seres que están a su servicio.

Kwan-Yin, bautizaba con la llama del fuego violeta a los niños que desde todos los lugares de China, eran llevados a su templo. Los tomaba en brazos durante el acto ceremonial, transmutando todo el Karma que fuera posible.

La llama violeta es capaz de disolver el mal karma colectivo e individual, además de todas las negatividades aunque estén el estado más puro de cristalización.

Sus devotos acuden a su templo pidiendo misericordia y afirman en su fe que está rodeado de un lago de luz violeta, con la propiedad de disolver Karma, malestares, sufrimiento y dolencias de toda persona que pida ser bañada en sus aguas.

Su obra aún continúa vigente en la China actual ya que una de sus legiones (uno de sus templos menores) se encarga de ser la presencia guardiana de todos los hogares y orfanatos, continuando de este modo la obra de amor y misericordia de Kwan-Yin.