No está exenta de alteraciones y de utilizaciones para objetivos materiales o egoístas. No está exenta de degradaciones o "petrificaciones" que le quitan su fluidez y pureza y que la transforman en influencias de segundo grado o influencias con cierto grado de impureza o rigidez.
Cuando fueron dadas por los "Padres" de la humanidad a ésta, en tiempos inmemoriales que no están incluidos en nuestra historia oficial, eran influencias de primer grado que eran comprendidas intuitivamente y vividas directamente con el espíritu sin intermediación de la mente argumentativa.
Han existido muchas adaptaciones a la mentalidad de Occidente o incluso a la mentalidad de Oriente de dicha enseñanza eterna que, si bien cumplen su objetivo de hacernos despertar e iniciarnos en el desarrollo del ego superior o Yo real, frente a la personalidad inferior, no contienen, explícitamente, sino una pequeña parte de este inmenso pozo de sabiduría.
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